Mientras viajábamos por las carreteras de Bulgaria se nos presentó, fugazmente, una verja oxidada con un letrero que rezaba en perfecto búlgaro "Taberna de Pescadores". Inmediatamente dimos media vuelta para encontrarnos deambulando por un complejo vacacional abandonado con cabañas, hotel y restaurante-barbacoa que, seguramente, hiciese otrora las delicias de quienes allí se hospedaban para pescar en las aguas del cercano río.
... Pero hoy sólo la maleza habita estos vestigios del pasado. Pasa sin llamar.
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