Estación de Ferrocarril de Los Yébenes

 

En 1877, La Compañía del Ferrocarril de Ciudad Real a Badajoz comenzaron las obras de la línea Madrid - Ciudad Real - Badajoz, que se inauguraría el 3 de febrero de 1879, si bien no fue hasta el 10 de mayo de ese mismo año cuando comenzó a admitir pasajeros.

 

La longitud de esta línea férrea era de, exactamente, 175,039 km, con traviesas de madera y ancho de vía de 1.668 mm. La línea no estaba electrificada, a excepción del tramo Madrid – Parla, que, al mismo tiempo, se benefició de un desdoble a partir de 1981.

 

Esta línea conectaba buena parte de la Mancha con Madrid a través de su conexión en Parla. Así, si un pasajero tomaba el tren en Madrid-Delicias para apearse al final del trayecto, iría dejando atrás las estaciones de Atocha, Santa Catalina, Villaverde Bajo, Villaverde Alto, Estación de Getafe Central, Parla, Torrejón de Velasco, Yeles, Pantoja y Alameda, Villaseca y Mocejón, Algodor, Ablates, Almonacid, Mascaraque, Mora y Orgaz, Manzaneque, Los Yébenes, Las Guadalerzas, Urda, El Emperador, El Cañachar, Fuente el Fresno, Malagón, Fernán Caballero y Ciudad Real. Resulta fácil imaginar el trasiego de personas que, durante casi un siglo, arrastraron sus huellas por los andenes y vagones dejando testigo de las diferentes modas estéticas que se fueron sucediendo.

 

Pero todas esas partidas y llegadas, los abrazos, los besos, las despedidas, la cotidianidad del día a día de quien va a trabajar indiferente al mundo que le rodea inmerso en sus pensamientos, todo eso, terminó con el último día de la semana, un domingo, día 10, de enero de 1988. Ese día la línea Parla – Ciudad Real quedó cerrada para comenzar a ser desmantelada, había que dar paso a la línea de alta velocidad Madrid - Sevilla. Todos los servicios de este tramo que iban hacia Extremadura y Portugal se sustituyeron por el tramo de Madrid-Talavera de la Reina-Cáceres-Mérida-Badajoz o de Alcázar de San Juan-Daimiel-Ciudad Real-Badajoz.

 

Sólo el tramo Algodor - Villaseca de la Sagra y Madrid Atocha – Parla continúa en servicio. Hoy en día, la línea que unía Madrid con Ciudad Real ha desaparecido. De sus traviesas ya no queda nada, y de sus estaciones, lo poco que el paso del tiempo va respetando. Ni siquiera de la antigua estación de Parla, aquella que sirvió de escenario para algunos planos de El Espíritu de la Colmena, queda vestigio alguno más allá de los restos del que fuera su aparcamiento, el mismo en el que tuve mi primera experiencia al volante de un coche, el Ford Orion de mi padre. Lamentablemente no fue la mejor de las esperables y tanto el coche como un muro (éste último con mejor fortuna) sufrieron las consecuencias. Mi primera clase de conducir no fue lo que se dice un éxito… pero esa es ya otra historia.

 

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Reportaje sobre el último día de funcionamiento de la línea Madrid-Ciudad Real
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Sobre mí:

Curiosa por naturaleza, desde niña me embelesaron los ecos pasados que se me antojaban atrapados entre las paredes de los lugares abandonados que iba dejando atrás desde el coche de mi padre. Hoy, un poco más dueña de mis pasos, los dirijo allí para admirar la belleza oculta entre sus ruinas, inmortalizarla con mi cámara e indagar en la verdadera historia que, en otros tiempos, les dieron vida. Estos son mis locus amoenus ¿me acompañas?