Este hotel de gran prestigio situado en la costa sur de la isla solía ser escogido por huéspedes adinerados que acudían al reclamo de sus cuidadas y lujosas instalaciones. Así fue durante 25 años, pero un buen día de marzo de 2008, poco después de que el establecimiento sufriera una remodelación que lo adaptaba a los nuevos tiempos, el Grupo Corinthia, financiado con capital árabe, dueño del local y de sus terrenos, decidió cerrar sus puertas para siempre dejando, además, sin trabajo a decenas de personas de la zona y a la isla sin el mayor centro de reuniones empresariales de la que disponía.
El absoluto abandono gobierna, desde entonces, este enorme hotel que estaba compuesto por 326 habitaciones dotadas de Internet (28 ejecutivas, 9 junior suites y una suite presidencial); tres bares; dos restaurantes (uno que ofrecía comida internacional y el otro tipo buffet, panorámico y con vistas al mar); club de salud (con solarium, gimnasio y sauna); piscinas (dos en el exterior y una cubierta); terrazas; zonas ajardinadas; club infantil; playa privada; amplio programa de actividades de ocio (deportes de agua, escuela de buceo, pista de tenis, sala de juegos); tiendas de regalos; joyería; peluquería; salones para banquetes y convenciones con 500 plazas y parking para clientes.
Resultó toda una experiencia pasear entre sus otrora flamantes edificaciones. Nada ni nadie puso el más mínimo impedimento a nuestra entrada, a pesar de que un policía pudo ver perfectamente cómo atravesábamos el umbral de sus puertas abiertas - como si de huéspedes nos tratásemos y el hotel continuase prestando servicio - pero lo más curioso fue comprobar que el lugar es ahora utilizado por familias con niños y grupos de amigos para reunirse en torno a una barbacoa improvisada, una baraja de cartas, un equipo de música o una pachanga de fútbol. Recorrimos tranquilamente los distintos rincones saludando a quienes, apaciblemente, disfrutaban de la tarde dentro y fuera de las zonas techadas. Nadie nos prestó demasiada atención y pudimos fotografiar los restos, ya vandalizados y maltratados, del hotel.
Desde el año 2008 hay un proyecto encima de la mesa para construir, en el lugar que hoy sigue ocupando esta mole, un hotel de cinco estrellas, apartamentos de lujo, zonas ajardinadas y hasta su propio centro comercial. Pero, por ahora, la compañía que llegó a anunciar en su Web este proyecto, JPM Brothers' no ha movido ficha y no tiene visos de hacerlo en medio de una crisis económica internacional. Veremos cómo termina de la historia de este mítico hotel.
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Sobre mí:
Curiosa por naturaleza, desde niña me embelesaron los ecos pasados que se me antojaban atrapados entre las paredes de los lugares abandonados que iba dejando atrás desde el coche de mi padre. Hoy, un poco más dueña de mis pasos, los dirijo allí para admirar la belleza oculta entre sus ruinas, inmortalizarla con mi cámara e indagar en la verdadera historia que, en otros tiempos, les dieron vida. Estos son mis locus amoenus ¿me acompañas?
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Celio (domingo, 06 abril 2014 12:23)
He llegado a la web por casualidad y me ha parecido muy interesante. Buen reportaje, lástima que un complejo tan grande termine así.
Seguiré visitándola pues también me gustan los lugares abandonados aunque, todavía, no termine de atreverme a entrar en ellos.