¿Qué fue lo que llevó a semejante estado de destrucción a este chalet construido en medio de la nada? ¿Un abandono por parte de los propietarios basado en normas municipales que impedían construir en terrenos que se nos antojan rústicos a primera vista? ¿Vandalismo y robos continuados? Quién sabe... lo cierto es que da mucha pena recorrer las distintas habitaciones que componen la casa y descubrir su deterioro, ya anunciado en su fachada, cubierta de graffitis.
Llama la atención la piscina construida en medio de los extensos campos que rodean la propiedad, sin duda un aliciente para quienes fueran sus propietarios en los extremadamente calurosos días de verano que azotan estas latitudes. Una pena.
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