Estación de FFCC de Pantoja-Alameda y alrededores

En el año 1876 bajo el reinado de Alfonso XII, siendo Ministro de Fomento Queipo de Llano, se aprobó una Ley que autorizaba al C.B.R. a construir una línea de ferrocarril entre Madrid y Ciudad Real. Un año después, se fijaron las condiciones en las que la línea debía ser instalada y se fijaron las poblaciones en las que se instalarían las estaciones: Getafe, Parla, Torrejón de Velasco, Yeles, Pantoja-Alameda, Algodor (ya existente, empalme de la compañía M.Z.A. de Castillejo a Toledo), Almonacid, Mascaraque, Mora, Manzaneque, Los Yébenes, Urda, El Emperador, Malagón, Fernan-Caballero y Ciudad Real. La cabecera de la línea partía de la nueva estación de Las Delicias de Madrid. La “directa” de Ciudad Real se construyó de manera muy apresurada (en 1978 estaba ya casi terminada) y con no pocos errores de bulto que fueron respaldados, en pos de la agilidad con la que debía ser completada la línea, por la salvaguarda de la economía del país.

 

En 1879, la compañía M.Z.A absorbió al C.B.R. La primera parada desde Madrid era Getafe, denominada durante muchos años como Getafe Directa (o Jetafe, la grafía era válida con “g” o con “j” de manera indiferente). Le seguía la estación de Parla, de una gran simpleza y alejada de la población, de manera que entre los años 1970 y 1974 fue reducida a apeadero de paso mientras que en 1980 el edificio fue demolido para erigir una estación de viajeros con servicio urbano de autobuses que la comunicaba con lo que ya era una ciudad. Por su parte, la estación de Torrejón de Velasco no experimentó grandes cambios hasta que entre los años 1965 y 1968 empezó a funcionar de forma intermitente  hasta que quedó reducida a apeadero sin personal en 1968 y, muy pronto, derruida para evitar que los edificios fuesen ocupados por vagabundos. La estación de Yeles y Esquivias tuvo desde el principio un edificio de viajeros  que permaneció en uso hasta el cierre de la línea y frente a ella se construyó, en 1910, una factoría de cementos, la Portland, servida por un apartadero industrial, incluso, en torno a la estación de Yeles se llegó a crear un barrio aún habitado, la “Colonia Hispania”.

 

Sobre la estación que visitamos, la siguiente parada en la línea que describimos, se trataba de una estación común para los pueblos de Pantoja y Alameda que, en un primer momento, se denominó Alameda y Cobeja. Frente al kilómetro 44+200 se instaló una fábrica de la Cerámica Sociedad Minera La Sagra para la que se creó una pequeña línea de ferrocarril de 3,5 km paralela a la línea Madrid-Ciudad Real, pero que conectaba con la estación Alameda-Pantoja, al igual que lo hacía otra pequeña línea que conectaba con la Harinera de la Sagra. Sin embargo, entre 1978 y 1984 esta estación de Pantoja-Alameda perdió importancia y se reclasificó como Apartadero con Personal hasta su cierre en 1988, con el desmantelamiento de la línea de Parla a Villaseca-Mocejón, en lo que era parte de la línea Madrid-Ciudad Real.

 

Actualmente, el viejo edificio de dos plantas de la estación Pantoja-Alameda que ya no se encuentra acompañado de vía de tren alguna, se encuentra muy deteriorado e inmerso en un poblado chabolista de etnia gitana para quien, parece, ha servido o continua sirviendo, de morada.

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Sobre mí:

Curiosa por naturaleza, desde niña me embelesaron los ecos pasados que se me antojaban atrapados entre las paredes de los lugares abandonados que iba dejando atrás desde el coche de mi padre. Hoy, un poco más dueña de mis pasos, los dirijo allí para admirar la belleza oculta entre sus ruinas, inmortalizarla con mi cámara e indagar en la verdadera historia que, en otros tiempos, les dieron vida. Estos son mis locus amoenus ¿me acompañas?