Se trata de una fortificación de soporte de artillería costera construida imitando un castillo medieval con toques eclécticos modernistas, entre los años 1933 y 1936, siguiendo el diseño de defensa estratégica de la costa del dictador Primo de Rivera del año 1926. Excavado en la montaña e imitando la textura de la roca su visión desde la lejanía se ve muy dificultada.
Cuenta con enormes cañones de costa con capacidad para disparar un proyectil de casi una tonelada a 35 kilómetros de distancia, que se ven apoyados por otros dos en la Batería de Cenizas, en el cabo Negrete para conseguir, en caso necesario, un fuego cruzado.
Durante la Guerra Civil realizó una descarga contra el bando nacional en 1937, la única de la que se tiene constancia. Tras la Guerra, en 1942, se le añadió una nueva dirección y permaneció en servicio hasta 1994, año en el que el complejo fue abandonado y sus cañones inutilizados.
Quince años después, ante el inminente deterioro de la zona, el Ministerio de Medio Ambiente restauró la fortificación haciéndola también visitable. En ella aún se pueden observar las diferentes salas de máquinas, almacenes de pólvora y repuestos y una cámara de carga.
Las vistas de la costa desde Los Castillitos es espectacular, y la puesta de sol y la llegada de la luna, un espectáculo digno de presenciar. Sin duda, repetiremos la experiencia.
<<PINCHA SOBRE LAS IMÁGENES PARA VERLAS COMPLETAS Y ACCEDER A LA GALERÍA>>
Escribir comentario